9.6.11

1) Nos importa un carajo cuanto pesan. Es fascinante TOCAR, ABRAZAR Y ACARICIAR el cuerpo de una mujer. PESARLA, no nos produce ningún efecto.
2) No tenemos la menor idea de lo que es un talle. Nuestra evaluación es VISUAL. Es decir, si tiene forma de guitarra, está buena. No nos importa cuanto mide en centímetros. Es una cuestión de proporción, no de medida.
3) El prototipo IDEAL del cuerpo de una mujer... son las modelos de almanaques de gomería. Curvilíneas, pulposas, femeninas... esa clase de cuerpo que de un solo golpe de vista uno identifica sin duda alguna y en una fracción de segundo: MUJER. Las flaquitas que desfilan en las pasarelas, siguen la tendencia diseñada por modistos, que dicho sea de paso, son TODOS PUTOS, y odian a las mujeres y compiten con ellas. Sus modas, son lisa y llanamente agresiones al cuerpo que odian.
4) No hay belleza más irresistible en la mujer que la FEMENEIDAD Y LA DULZURA. La elegancia y el buen trato, son equivalentes a mil Viagras.
5) El maquillaje se inventó para que las mujeres lo usen. Usenlo. Para andar a cara lavada, estamos nosotros.
6) El pelo, cuanto más largo, mejor.
7) Las faldas se inventaron para que luzcan sus magníficas piernas. ¿Para qué carajo se las tapan con pantalones? ¿Para que las confundan con nosotros?
8) Una lola es una lola, las caderas, son caderas y punto. Si la naturaleza les dio ese aspecto curvilíneo, es por algo y reitero: A NOSOTROS NOS GUSTAN ASI. Ocultar esas curvas, equivale a tener tu mejor sillón embalado en el sótano.
9) Es una ley de la naturaleza que todo aquel que se casa con una modelo flacucha , anoréxica, bulímica y nerviosa al poco tiempo se elige una amante pulposa, simpática, relajada y llena de salud.
10) Entendámoslo de una vez: traten de gustarnos A NOSOTROS, no a ustedes, porque nunca van a tener una referencia objetiva de cuan lindas son, de mujer a mujer. Ninguna mujer va a reconocer JAMÁS delante de un tipo que otra mujer está linda...de la misma manera que el capo de la Coca Cola, jamàs le dirá a un empleado que el capo de la Pepsi es mejor gerente que él y paga mejores sueldos.
11) El cuerpo CAMBIA. Crece. No pueden pensar sin estar psicóticas, que les puede entrar el mismo vestido que cuando tenían 18 años. Además, una mujer de 35, que le entre la ropa de cuando tenía 18, o tiene problemas de desarrollo, o se está autodestruyendo.
12) Nos gustan las mujeres que saben manejar su vida con equilibrio y saben manejar su natural tendencia a la culpa. O sea: la que cuando hay que comer, come con ganas (la dieta, vendrá en septiembre, no antes) ; cuando hay que hacer dieta, hace dieta con ganas (no se sabotea ni sufre); cuando hay que tener intimidad de pareja, la tiene con ganas (los chicos están bien adonde están y no se van a morir por no ver a su madre una hora y media); cuando hay que comprar algo que le gusta, lo compra (no piensa en que le está quitando algo a sus hijos, sino que sabe que ella lo vale y por eso lo adquiere); cuando hay que ahorrar, ahorra (y no sufre pensando en lo que se priva, porque lo hace por algo).
13) Algunas líneas en la cara, algunos puntos de sutura en el vientre, algunas marcas de estrías, NO LES QUITAN SU BELLEZA. Son heridas de guerra, testimonios de que han hecho algo con sus vidas, no han estado años al pedo en formol ni en un spa. Han VIVIDO. El cuerpo de la mujer es la prueba de que Dios existe. Es el sagrado recinto donde nos gestaron a todos los hombres, donde nos alimentaron, nos acunaron y que nosotros sin querer, arruinamos llenándolas de estrías, de cesáreas y demás cosas que tuvieron que ocurrir para que estemos vivos. Cuídenlo. Cuídense. Quiéranse.
Machista? Un poco nada más. (sarcasmo)

Bueno, esto lo encontré el otro día buscando una foto, no es mio (que más quisiera). Y simplemente le quiero decir al creador/creadora de la entrada que muchas gracias por escribir esto, creo que deberíans er los trece mandamientos de toda mujer.

Y segundo, quiero darle las gracias a Vicente, mi profesor de alemán. Ha sido un año muy largo, en el que las clases muchas veces se me hacían imposibles y creía que el alemán acababa conmigo. Pero no sé, con Vicente todo se me hacía falta. Me miraba con esa sonrisa infantil e ingenua, nos soltaba sus batallitas y ya me era bastante para alegrarme. No exagero cuando digo que es como un padre para mi. Él siempre ha estado ahí para enviarle mis mails, para pedirle consejo en cualquier tema, y nosé, le quiero mucho. Al año que viene espero que me toque con él, y sino, seguiré queriéndole igual. Muchas gracias, de verdad.

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