8.1.12

Unos acostumbrados a ser el centro de atención y otros sufriendo por llamar la atención. Acostumbrados a fingir varias personalidades y profesionales en creerlas. Muchos que piensan en que la vida es sufrir para triunfar y otros en los que directamente la vida no merece la pena. Gente que da todo por los otros y gente que aprovecha todo de los otros. Los que creen conocerte y descubren que no. Otros pocos se dan a conocer y luego odian haberlo hecho.
Yo me puedo meter en todos los grupos, pero a la vez en ninguno. Sin embargo si tengo a más de una persona para cada una de las frases que he puesto.
Todo el mundo que está a mi alrededor acaba mal, loca y desesperada. No sé si es mi compañía, mi frialdad en determinados momentos, mis indirectas, mi personalidad... O si son ellos. Me inclino más por lo segundo porque hoy, y desde hace mucho tiempo, es difícil encontrar a alguien que si preocupe por ti. Y sin embargo es muy fácil encontrar al que te mira por encima del hombro, al que te da de lado y al que aprovecha a la más mínima para despreciarte.
El otro día, hablando con mi vecino Nieva, le dije lo que realmente era yo. Sí, critico a mucha gente. Pero también es verdad que a los que critico no son mis amigos de verdad. Además, cuando tengo que decírselo, se lo digo. Sin embargo, hay un grupo de personas a las que nunca criticaría, de las que nunca he dicho nada. Tampoco tengo nada malo que decir de ellas. Tengo una relación plena (vosotros saéis quienes sois).
Y todo este cúmulo de cosas me hacen plantearme si soy yo la érronea, si soy yo la que debería cambiar. También debería tener más ego. Cosa que no tengo, tengo la autoestima por los suelos, y más aún últimamente.
Mi principal fallo es dar todo por los demás, preocuparme por ellos y escucharles atentamente, mientras que ellos no lo hacen. Tampoco les culpo.
Además, me cuesta contar cosas íntimas. No me sale. Y cuándo las cuento, la gente se sorprende. ¿De verdad eres así? ¿De verdad tu vida es así? Pero si tu familia no parecía así...
Pues sí queridos, mi vida es una mierda. Mi alrededor entre otras cosas.
Pero bueno, que yo no soy como vosotros y no me voy a rendir, porque pienso seguir adelante, no sé como, pero lo haré. He visto la luz, y me estoy acercando.

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idas de olla.