"Mi vida es como una de esas películas de clase B, sin nada extraordinario que recordar y con muy pocos (por no decir, ninguno) seguidores. Inmemorable, en resumen. Tengo la sensación de que me dedico a ver la vida pasar; me siento como si el pasatiempo preferido de mi subconsciente fuera ver deslizarse los segundos, minutos y horas por las manecillas de mi reloj de cuco. Y en mi interior grito, intento impedir ese desperdicio de dorados minutos, imagino que quizá se conviertan en grandes momentos que cambiaran mi vida para siempre. Pero de nada sirve soñar…hubo un tiempo en que deseaba con todas mis fuerzas dejar huella, marcar un surco en la historia del mundo, o en momentos menos ambiciosos, de otras personas. Pero cada intento fallido, cada golpe que me ha dado mi simple pero peleona vida, me ha ido erosionando poco a poco, como si de una concienzuda gota de agua se tratara, y me ha dejado lisa por dentro y por fuera, colgando en el abismo como una estalactita milenaria. Tengo la ambición aplastada, los sueños rotos y un agujerito pinchado por el que mi esperanza sale paulatinamente a presión; A cada paso fallido que doy, cada anhelo fragmentado y roto como un cristal de swarosky, cada día llorando sobre la almohada de mi cama, el agujerito se va transformando en brecha. Soy lo más parecido a una colchoneta de playa pinchada y chamuscada por el sol que jamás haya visto. Porque al final el cansancio es el vencedor de la batalla. Puedes luchar, puedes repetirte mil veces que aguantaras, que nada podrá contigo, que tú vales más que un par de guerras perdidas contra el destino; eres un ser racional, decides lo que quieres en tu vida...IGNORANTE! El juego preferido del destino es gastar bromas macabras, y tú eres una ficha más en el tablero.
Y siempre te va a tocar perder.
Incluso cuando parece que todo va a salir bien...Y entonces viene el golpe más grande que jamás recibirás. Cuando más te confías, cuanto más feliz parece que eres, viene el golpe de gracia"