8.5.11

Despertarte con el sonido de la ducha, parece que te estás ahogando. Vagar como un zombie hasta la cocina. Prepararte un café cargado para tomarte después del zumo y el sandwich. Salir corriendo hacia clase, vuelves a llegar tarde.
Abrir los libros y poner cara de estar atendiendo. Asentir, sonreir y copiar de forma automática, robots.
Reirte con tu compañera de lo inútil que es la profesora de inglés, cuya preparación es parecida a la mía.
Recreo, aire, cigarros.
Volver a la prisión. Seguir con la cara de concentración mientras las rayadas te absorven. No intentes deshacerte de ellas, es imposible.
Aguantar otras tres horas y a casa. Comer, una de tuenti y siesta. Cigarro. Teléfono y amago de estudiar. Alemán, llegas antes para otros 3 cigarros.
Terminas. Las 9. Te preparas, y a entrenar. A liberar tensiones, a dejar un cacho de mi en cada raquetazo. Pegar a la pared como a tu enemigo.
Y llegar a tu tortura, tu casa.
Cenar fingiendo.
Cama, radio y a dormir.
O a intentarlo, ya que tu mente no te deja.

1 comentario:

  1. Excepto en lo de hacer deporte mi vida es similar a la tuya...no te preocupes, algún día mandaremos al cuerno esta mierda de rutina!

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idas de olla.