En días como hoy, siento que se me doblan las piernas y me caigo. Necesito recobrar el equilibrio.
Esto que hago no es por mi... No sé, no podría explicartelo.
Yo no escribo aqui esperando reconocimiento ni esperando que alguien me diga lo bien que escribo. No escribo para quedar bien. No escribo para que mis seguidores estén contentos.
Escribo porque me hace sentir bien, porque de alguna forma me tranquiliza, me hace sentir segura en algún lugar. Y de alguna forma, escribo para intentar ayudar. Siempre he soñado con poder llegar a la gente, contar mis experiencias para que los demás no caigan en los mismos errores que tengo yo.
Y en días como hoy, en los que realmente no siento nada, el único consuelo que me queda es venirme aquí, a soltar todo lo que tengo. Sé que nadie lo lee, y si lo lee no le importa o no le sirve para nada.
Pero escribir es ya mi único consuelo, de lo único que me queda que realmente me hace sentir viva.
Asique doy gracias a Dios por concederme este don.