20.1.11

No pienso poner otra entrada hasta que esto no lo leais.

Crees que una persona tiene razón, porque la amas con amor sensible; pero la otra no la tiene porque 'no puedes aguantarla'.
Trabajas con algunos de tus progesotes porque te son simpáticos; no haces nada con otros porque 'no puedes aguantarlos'.
Te desvives mucho mñas por uno que por otro, te entregas más a éste que a ese porque tu amor por él es infinito; trabajas bien con fulano porque con él irías al fin del mundo, pero con su amigo no puedes trabajar porque 'no puedes aguantarlo'.
'Tienes la negra', no eres capaz ya de nada porque un reproche te ha lastimado, una sonrisa irónica te ha afligido, una mano te ha sido negada...
No tienes ánimo para luchar porque nadie advierte tu esfuerzo, porque no halla 'consuelo' tu sensibilidad hambrienta.
Rezas porque hoy estás 'en forma' y estás en forma porque recibiste una carta agradable, porque no te han regalado algo...
Pero mañana no podrás ya rezar porque estarás desinflado. Y estarás así porque habrás comprobado que tus esfuerzos no dieron resultado, porque alguien no creyó en ti... ¡Ya no estás en pie, te arrastras, esclavo!

Todos los hombres quieren ser felices. La historia de la humanidad es larga y penosa aventura de los hombres en busca de la felicidad. Pero ésta no se deja apresar tan fácilmente. En el instante mismo en el que el hombre cree haberla conseguido, ve su termino, la ve morir entre sus manos y sueña, ya, en conseguir otra.
El hombre estás en un callejón si salida, o, ciego, busca donde ha de encontrar jamás lo que busca; o se resigna ay decide difrutar de los placeres del momento; o acaso, descorazonado, piensa que la felicidad es un espejismo.
Sin embargo, ¿existe la felicidad?
Luchas, te apenas, te peleas por conseguir la felicidad; te pareces al corredor que quiere ganar la carrera sin conocer su meta. Detente, antes, y busca tu camino.
Estás triste cuando te sientes zamarreado por el hambre del placer, y cuanto más comes, mñas hambre sientes y más triste estás. Por eso, si corres exclusivamente tras los placeres, te condenas a la tristeza. El placer vive un instante y muere; de ahí el g usto de muerte que sientes cuando de él te alimentas.
Frente a las dificultades de la vida tienes derecho a llorar, pero aún en pleno llanto, no tienes derecho a divorciarte de la alegría. El placer no puede hallarse donde vive el sufrimiento; en cambio la alegría puede verse depositada en los mayores dolores.
Por eso, déjalaa ir, y un día ella estará en tu casa.

3 comentarios:

  1. Sí, qué razón. Déjala ir..

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  2. T_T

    El hombre, animal estúpido que debería centrarse, como todos los demás, en sobrevivir.

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  3. Dejarlo ir. Lo que quieres y lo que no, la diferencia. GrANDES TEMAS, SI SEÑOR. un beso

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idas de olla.