'Hoy no traigo textos de amor, ni de desamor ni de felicidad, ni entrevisatas, ni nada. Hoy sólo quiero traer algo que saqué del libro que me estoy leyendo: Frío. Es un libro MUY duro que trata sobre la anorexia y los transtornos alimenticios en general. En cuanto a la autora, ya me habia leido otro libro suyo y me quedé enamorada de su forma de escribir. Está muy muy documentada... Escribe de forma fantástica y emotiva. Os recomiendo el libro al 100%'
Entra en una cabina bronceadora y fríete durante dos o tres días. Cuando las ampollas de tu piel hayan estallado y te hayas descamado, retuércete en sal gorda y después ponte ropa interior cosida con hilo de cristal y alambre de cuchillas. Vístete con tu ropa habitual, siempre y cuando te vaya estrecha.
Fuma pólvora y ve al instituto, para brincar entre aros, siéntate y suplica, cumple las órdenes. Escucha los murmullos que se cuelan en tu cabeza por la noche, llamándote fea y gorda y estúpida y puta y zorra y lo peor de todo, “una decepción”. Vomitas y te mueres de hambre y te cortas y bebes porque necesitas un anestésico y eso funciona. Durante un rato. Pero entonces el anestésico se convierte en veneno y para entonces ya es demasiado tarde porque ya estás colocada hasta el alma. Te está pudriendo por dentro pero no puedes parar.
Te miras en el espejo y sólo ves un fantasma. Oyes gritar a cada latido de tu corazón y todo-absolutamente-todo está mal.
“¿Por qué?”, no es la pregunta correcta.
Pregúntate, “¿Por qué no?”
Entra en una cabina bronceadora y fríete durante dos o tres días. Cuando las ampollas de tu piel hayan estallado y te hayas descamado, retuércete en sal gorda y después ponte ropa interior cosida con hilo de cristal y alambre de cuchillas. Vístete con tu ropa habitual, siempre y cuando te vaya estrecha.
Fuma pólvora y ve al instituto, para brincar entre aros, siéntate y suplica, cumple las órdenes. Escucha los murmullos que se cuelan en tu cabeza por la noche, llamándote fea y gorda y estúpida y puta y zorra y lo peor de todo, “una decepción”. Vomitas y te mueres de hambre y te cortas y bebes porque necesitas un anestésico y eso funciona. Durante un rato. Pero entonces el anestésico se convierte en veneno y para entonces ya es demasiado tarde porque ya estás colocada hasta el alma. Te está pudriendo por dentro pero no puedes parar.
Te miras en el espejo y sólo ves un fantasma. Oyes gritar a cada latido de tu corazón y todo-absolutamente-todo está mal.
“¿Por qué?”, no es la pregunta correcta.
Pregúntate, “¿Por qué no?”
OMG! Ya me estas dejando el libro.
ResponderEliminarSi que sta fuerte, espero poder conseguirlo.
ResponderEliminar