La gente de la que me encuentro rodeada me transmite buenos sentimientos, me inspira amistad, diversión, o a lo mejor tranquilidad, pero no esa ''cosa'' que necesito para poder salir de mi zona de seguridad o para poder desahogarme y sentirme nueva después.
Sé que echo la culpa al resto cuando en realidad la tengo yo, me negué a confiar en la gente y a abrir mis sentimientos a todo el mundo, yo misma he sido la que me he creado y me he hecho ser así, toda azul, compleja y esquizofrénica. Tengo mil caras y siempre doy a ver las buenas, y casi nunca la de verdad, ya es un mecanismo de defensa ante el resto, pero de destrucción ante mí misma. Yo sola soy la que leo poemas oscuros, la que leo libros con personajes suicidas o música que desgarra.
Pero también pido algo del resto, aunque sea tiempo. Que se tomen algo de tiempo para saber de mí. Y atención. Atención para que se den cuenta de que algo falla, de que no marcho bien, de que todo lo que hago es por algo.
Como siempre, las canciones pueden describirme mejor de lo que yo sola puedo, y más aún si se trata de Robe. ''No sé en qué parte de esta historia perdí el argumento primario. No sé que cojones me agobia, voy según dice el calendario. Vuelve a llegar la primavera y em molesta el sol.'' O mejor, ''y harta de buscarme siempre a oscuras, y de volverme de puro hielo, tiré toda mi vida a la basura, pero ni las ratas se la comieron.
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idas de olla.