24.12.14

Desidia

Haciendo un trabajo para Literatura Medieval he descubierto que antiguamente los pecados capitales eran ocho, uno más que ahora.
Según Evagrius Ponticus, la pereza todavía no era un pecado capital, pero la apatía y la tristeza sí lo eran. Otros estudiosos o religiosos influyentes consideraban la acidia (o acedia) como el más grave de los pecados, considerándola como flojedad o apatía, pues a partir de ella nacen el resto de pecados.
Si llevaramos esto a la práctica, casi todos arderíamos en el infierno.
La tristeza era un pecado capital, pero más aún la tristeza de espíritu, la tristeza que nosotros mismos nos imponemos y que nos resulta tan cómoda. Y esto lleva a la pereza, a la gula, a la soberbia, la avaricia, la codicia, y podríamos seguir diciendo los resultados de un espíritu triste o rendido que no encuentra satisfacción en nada.
Cuánta razón llevaban...
Esto puede ser porque la felicidad depende del resto de personas, mientras que para estar triste basta con nosotros mismos, lo que hace de esto algo más fácil. Quizás de aquí las bases del cristianismo (ahi lo dejo).
Hoy en día hay mucha tendencia a estar triste, a tener ''depresión'', a ver la tristeza como algo misterioso, algo interesante que hace especial a las personas. Con esas cosas no se juegan. Te atrapan, y no te dejan salir.

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idas de olla.