19.6.14

Quiero dormir

No le encuentro sentido a nada y buscarlo me está destrozando. Me han podido las ganas siempre, mi afán de buscar todo, de ir a por todo y luchar por todo. Siempre he buscado de forma obsesiva encontrar respuestas a preguntas que ni siquiera me he parado a formular. Y ahora la velocidad me ha jugado una mala pasada, ahora veo los precipicios demasiado cerca, la boca del lobo, la salida del túnel que me lleva a otro túnel.  ¿Si no me entiendo yo quién va a hacerlo? He buscado consuelo en libros que no han hecho sino llenar mi poca fantasía de pensamientos con demasiada verdad, demasiada crueldad directa que mata cualquier esperanza de progreso. Me he rodeado de gente con poca perspectiva, con poca profundidad y poca inquietud. Involución.
Desde niña quería ser don Quijote, quería enloquecer entre libros, quería crear mis propios ideales e ir a por ellos contra viento y marea. Más joven me ahogué en Holden Caulfield, y ahora me veo como una Andrés Hurtado vanal.
Me falta valor o (y) fuerza vital para cambiar o querer cambiar, no me veo capaz. Me ahogo. Necesito aire fresco, nuevas perspectivas, alguien que sepa qué soy, tomarme todo con tranquilidad y optimismo, querer aprender de cada paso, buscar salidas en cada segundo de mi vida, dejar de psicoanalizar todo.
Me he desgastado demasiado pronto buscando cosas que nadie puede darme para intentar ser algo. Y ahora siento que chirrío y el nudo en la garganta es cada vez más frecuente.  Busco la pieza final de mi obra a la que nadie ha asistido.
Paso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

idas de olla.