29.9.10

Cartel de Sarcasmo.

Bueno, yo, en posesión de todas mis facultades, les comunico a ustedes, ineptos plebeyos, un pequeño cambio en mi forma de ser, mi trato.

Ha habido un cortocircuito monumental en mi cavidad craneal. Es decir, estoy hasta las pelotas. Ha sido como un click que ha activado un interruptor que ha bajado una palanca que a encendido un mechero que ha prendido la mecha de una bomba que con UNA SOLA sobrada más explotará y acabaréis todos muertos (o con heridas graves).

A ver, como os explico… llevo tooooda mi vida cargando a espalda desnuda mi inmensa paciencia y falta de orgullo. Perdoné a todos y pedí perdón, incluso cuando no me tocaba precisamente a mí. Pero llegó el colmo a mi vida y me hizo enfadarme por primera vez en la historia de la humanidad. Y no, mis queridos niños, no mola un ápice.

Estoy agotada. Pero no de decir “cansada de todos blablablah”. Estoy agotada físicamente. Y todo por calcular cada palabra que digo para no crear un mal efecto en mentes ajenas, de tragarme con un par de ovarios todo lo que me sentó mal y creí poder pasar desapercibidas, pero debe de ser muy inteligente que a mi cerebro no lo engaña ni Dios oye, mira tú por donde. Y claro, de tragar, o vomito o me creo una úlcera y prefiero llamaros a todos imbéciles que perjudicar mi salud. ¿Por qué? Porque después de estar días y días pensando primero en vosotros tengo unas ganas terribles de pensar sólo en mí, que cosas.

Estupideces, broncas, insultos, amenazas… Todo me resbala de guay. Así que los aficionados a perder el tiempo venid y disfrutad, que soy un nuevo invento de la tecnología para satisfaceros… ¿O aburríos?

Sinceramente, soy como soy, y los que exigen cambios son los primeros que deben cambiar, por el hecho de exigir. Perfecto no es ninguno, ahora, es ley de vida que tú menos, aprende a vivir con ello.

[Momento ideal para levantar el cartel de sarcasmo]

No hay comentarios:

Publicar un comentario

idas de olla.