12.3.10

Lo que tiene no salir y las ganas de escribir.

Siempre me he tachado de cobarde porque nunca soy capaz de decir lo que pienso a la cara. Me es imposible. Las palabras se atragantan en mi garganta, impidiéndome hablar. Por eso siempre escribo, para poder contar todo lo que pasa por mi mente y que, por falta de valor o vergüenza, no te he dicho.
Mi problema es que soy muda de corazón. No puedo hablar de lo que siento, no puedo expresarme como es debido, decirte todo lo que quiero y todas las cosas bellas que forman parte de ti. A veces me siento estúpida por todo esto, pero me toca resignarme y esperar a que algún día sea capaz de hacerlo. De contarte que me gustaría estar contigo para siempre... Querer detener el tiempo y pararlo en una mirada, en un abrazo, en un beso.
Me siento tan inútil al sólo poder escribir y en parte, odio esta parte de mí. Pero resulta irónico que seas mi musa y que cada palabra marcada en el papel sea liberada de una manera tan simple, tan natural; pero por el contrario, sea incapaz de decirlo en voz alta.
Tantas cosas que decirte, tantas cosas que demostrarte que ni siquiera tendría por donde empezar...
Estos días han sido perfectos. Sé que la perfección no existe, pero tú eres la más cercana a ella o al menos, contigo todo parece así. Es todo tan natural, como si ya lo tuviéramos planeado al detalle cuándo debemos mirarnos a los ojos, sonreír.
Mi corazón late muy rápido cuando te veo y mi cerebro se olvida de respirar... Cada poro de mi piel está marcado con tu nombre. Eres como la nota imprescindible de una canción, la que la hace especial, bella y única. No es perfecta, pero aún así es hermosa.
Nunca me he sentido así. Jamás he amado a alguien de esta manera tan fuerte. Me siento entera, completa y plenamente feliz. Y todo es gracias a ti.
Me encantaría estar toda mi vida escuchándote cantar en mi oído, poder deleitarme con tu preciosa voz y sentir como vuelo lejos contigo. Solas, tú y yo. Irme lejos para que nadie nos pueda encontrar, para que nada pueda alejarte de mí. La distancia sería vencida y sería destruido el único obstáculo entre nosotras.
Ella ahora es mi único enemigo. Parece invencible pero sé que no lo es. Encontraré su punto débil porque yo por ti, sería capaz de todo. Si me pidieras la luna, la tendrías, porque yo tal vez sea la única persona con la solución para atraparla. Todas veces que la quieras, te la tenderé y la bajaré para que la puedas tener entre tus manos. Sería un placer poder ver tu rostro iluminado por la tenue luz de la luna. Con esto, me gustaría demostrarte que nada es imposible.
Sencillamente, nada es imposible porque todo es posible. Yo siempre creí imposible que tú te enamoraras de mí, pero sin embargo...

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idas de olla.